Siendo el menor de una decena de hermanos, Lázaro Di Giovanni Dolci nació y vivió toda su vida en el barrio Laureles.

Allá por el año 1932, con tan sólo 15 años, debuta en la Tercera de Laureles, para luego el año siguiente iniciarse en Primera División.

Y a partir de ahí, Lázaro jugó durante 13 años como arquero de nuestro plantel principal, totalizando 86 partidos como golero titular en Primera según las estadísticas de los recordados Héctor y Ruben Sicco.

Es uno de los goleros que más partidos jugó en Primera División, y durante más tiempo. Sucedió a Enrique Furno en el arco ranero, y luego de más de una década atajando le cedió la posta a otro gran golero: José Aparicio Giovio.

Fue 5 veces Campeón de Honor en Primera División con Laureles, en los años 1934, 1938, 1940, 1941 y 1945.

Pero además logró dos campeonatos Preparación (1941 y 1943), uno en Segunda (1939) y dos en Tercera División (1932 y 1933), totalizando así 10 campeonatos con la albiverde.

Con la selección de Rio Negro fue campeón del Litoral dos veces, en los torneos de 1940/1941 y 1943/1944, siendo en el año 1941 Campeón del Interior y Vice Campeón Nacional.

Formó parte también de la Comisión Directiva del Laureles F.C., en cinco períodos (10 años): 1939/1940, 1942/1943, 1947/1948, 1950/1951 y 1952/1953.

Fue proclamado merecidamente Socio Honorario del club el 10 de febrero de 1984, por la Asamblea de socios.

SUS PALABRAS Y SUS RECUERDOS EN EL AÑO 1977

Repasamos a continuación una nota publicada en la "Revista del 70° Aniversario del Laureles F.C."

Lázaro Di Giovani, 60 años, nacido un 4 de marzo de 1917, figura en la historia del Club Laureles y del fútbol de Río Negro como uno de los goleros de mayor destaque por las actuaciones cumplidas.

Hablamos con él y nos cuenta que sus primeros partidos en el año 1932, en la Tercera de Laureles los jugó como back derecho, pero al poquito tiempo lo hacen jugar al arco, puesto en el que se desempeñó con acierto y le confirman como golero como inicio de una campaña deportiva llena de glorias, triunfos y hazañas, junto a otros grandes de  nuestra historia y de Río Negro.

Recuerda sus primeros partidos en la divisional superior junto a la pareja de backs que integraban “Tolo” Molinari y “Juanjo” Pini con las que campeonaron varias veces con la albiverde. Me expolica que la pareja con la que actuó más partidos en nuestro club y en la Liga, fue junto a la que integraban Stagi y Pini, formando un triángulo final que durante partidos y partidos se convirtieron en una verdadera muralla por guapeza, calidad y estrategia. Me dice que en 1938 jugaron una final Laureles y Fray Bentos, en el último partido en la ex cancha El Tanque, ganando los nuestros 3 a 0.

Paralelamente a su campaña en el club, cumple una brillante carrera con la albiceleste, campeonando en varias oportunidades, destacando el año 1940 cuando Río Negro se coronó campeón en Salto, y a lo largo del campeonato atajó tres penales (en esa época también se erraban penales). En 1941 con la pareja de zagueros Alfredo Pini y Alcides Minetto fueron al Campeonato Nacional que se jugó en Montevideo en el Estadio Centenario, perdiendo la final frente a Intermedia por 1 a 0, pero logrando un brillante vice campeonato frente a poderosas selecciones del resto del país.

Deja luego la práctica activa pero se dedica de lleno a su club como Dirigente o como D. Técnico aportando su experiencia para educar a los jóvenes. Me explica también la presencia de otros Di Giovanni con la albiverde: Desiderio tuvo un pasaje fugaz como jugador, destacándose nítidamente como Dirigente capaz y emprendedor, habiendo sido Presidente durante varios períodos; Raúl tuvo una actuación destacada como jugador; Osvaldo, un recio zaguero de nuestros equipos que conquistara en el lapso de 1943 a 1950 importantes logros para nuestro historial, siendo luego un efectivo Dirigente al servicio de la causa ranera.

Menciona asimismo las actuaciones de Omar, Horacio y José, quienes tuvieron su momento de destaque en defensa de nuestros colores, estando actualmente la estirpe defendida por Heber y Jorge.

Finalmente me dice que cree que el fútbol de antes fue mejor, que si bien un arquero actual debe tener más fundamentos defensivos para ser líbero, piensa que normalmente los goleros de ahora no soportan la cantidad y agresividad de tiros al arco que en su época le efectuaban. 

Nos despedimos y me augura para toda esta gran familia que él ayudó junto a otros a engrandecerla, momentos de alegría y felicidad.